Título: Eleanor & Park
Autora: Rainbow Rowell
Traductor: Victoria Simó
Traductor: Victoria Simó
Editorial: Alfaguara
Páginas: 425
Fecha de publicación: Octubre de 2013
ISBN: 978-84-204-1570-3
Precio: 15,50 €
Fecha de publicación: Octubre de 2013
ISBN: 978-84-204-1570-3
Precio: 15,50 €
"- Bono conoció a la que sería su mujer en el instituto -dijo Park.
- Sí, y también Jerry Lee Lewis - contestó Eleanor.
- No estoy bromeando.
- Pues deberías. Tenemos 16 años -dijo ella.
- ¿Y qué pasa con Romeo y Julieta?
- Superficiales, confundidos y, posteriormente, muertos.
- Te quiero, y no estoy bromeando -le dijo Park.
- Pues deberías."
Una historia de amor entre dos outsiders lo bastante inteligentes como para saber que el primer amor nunca es para siempre, pero lo suficientemente valientes y desesperados como para intentarlo.
(Spoilers)
Eleanor & Park no era un libro que quería. De hecho, no lo conocía. Pero cayó en mi manos en forma de regalo de navidad de mi hermana. Así que, aprovechando que estoy de vacaciones y no tengo mil libros pendientes para la universidad, me puse a leerlo. No sabía qué esperar de él. No había leído reseñas. No lo había visto en ninguna librería... nada. Tampoco me puse a buscar: por una vez quería empezar un libro sin crearme expectativas por los buenos comentarios de otras personas. Me llamó la atención: el argumento pintaba bien y la portada era bonita y sencilla. De vez en cuando me gusta leer un libro juvenil, de estos románticos, que nos hacen reír, llorar y enamorarnos de los protagonistas. Y este libro apuntaba a eso.

Dos son los protagonistas de esta historia, que a la vez dan título al libro: Eleanor y Park. Park y Eleanor.
Eleanor: escondida tras su espalda hasta que él se vuelve. Tendida a su lado hasta que él se despierta. Siempre hace que los demás parezcan insulsos y superficiales, nunca lo suficientemente interesantes.
Park: Sabe si una canción le gustará antes de que ella la oiga. Se ríe de sus chistes antes de que ella termine de contarlos. Hay un lugar en su pecho, justo debajo de su cuello, que hace que Eleanor quiera cumplir las promesas que le hace.
Pero la historia no solo habla del amor, del primer amor, de la amistad. Habla sobre la marginación social, sobre los maltratos y sobre dependencias. Había veces que su lectura se hacía dura, y me daban ganas de parar: las partes de Richie a veces eran demasiado para mi, pues no es un tema del que me guste mucho leer.
Eleanor a tenido una infancia difícil: unos padres separados, un padre egoísta, que ya no la quiere, un padrastro maltratador, alcohólico, una madre derrotada. Tiene que cuidar de sus hermanos pero también tiene que sobrevivir y Park es su vía de escape de esa familia enfermiza.
Park, en cambio, vive con unos padres que se quieren, y mucho. Es medio asiático ya que su madre es Coreana. No ha tenido una infancia difícil. Salió con Tina, lo que le aseguraba cierta reputación en el instituto, la suficiente para que más adelante no se metieran con él.
Eleanor es la chica nueva: la rara, la que viene de una família muy desequilibrada. La que lleva corbatas a modo de pulsera. La pelirroja. Con la que nadie quiere sentarse en el autocar. Y así es como empieza la historia de amor entre estos dos personajes: en los asientos del autocar que los lleva al instituto. Pasan muchos días en silencio, sin decirse nada, intentando no escuchar los comentarios de Steve. Eleanor lee a escondidas los cómics que Park siempre lleva de camino al instituto. Hasta que Park se da cuenta y decide dejárselos, cada día unos nuevos, también sin decirse nunca nada.
Eleanor
Park no había soltado la punta del pañuelo. Frotaba la seda despacio con los dedos. Eleanor le miró la mano.
Si Park hubiera alzado la vista en ese instante, se habría dado cuenta de que se le caía la baba. Si Park la hubiera mirado en aquel momento, lo habría adivinado todo.
Él no levanto los ojos. Se enrolló la seda a los dedos hasta que la mano de Eleanor quedó colgando en el espacio que los separaba.
Entonces Park deslizó la seda y sus propios dedos en la palma abierta de ella.
Y Eleanor se desintegró.
Park
Sostener la mano de Eleanor era como sujetar una mariposa. O un latido. Como tener en la mano algo completo y vivo.
Aun así, Park se convierte en preferencia, en su necesidad, en su vida, en su amor. Eleanor ya no puede vivir sin él, y, aunque le oculta gran gran parte de su vida (los maltratos) y no le gusta estar en su casa, pasan mucho tiempo juntos.
¿Que si lo echaba de menos? Quería perderse en él. Rodearlo con los brazos como un torniquete. Si park se daba cuenta de lo mucho que lo necesitaba, huiría.

Aunque ha sido una lectura fácil y entretenida, Eleanor & Park no ha conseguido llenarme como otros
libros lo hacen. No he tenido esa sensación de vacío al terminarlo. Me emocionó, si, pero no lloré. Me ponía en la piel de estos dos personajes y tener que renunciar al amor de tu vida, tener que decirle adiós a la persona que más amas en este mundo, tiene que ser la cosa más difícil del mundo. Yo no podría. Por eso me emocioné. Park y Eleanor se quieren, y de alguna forma, y muchas veces sin saberlo, Park la ha salvado: dejándole los cómics, dejándole los CDs que le grababa especialmente para ella, con las canciones que creía que le gustarían. Dándole la mano. Besándola. Con esto, Eleanor crea su propio mundo: puede evadirse de su dura realidad. Piensa en Park constantemente y esto la salva, al menos durante un tiempo: hasta que todo se descubre y tienen que separarse. Pero, cuando parece que su historia de amor ya es pasado, cuando parece que los dos se han olvidado, aparece una pequeña luz de esperanza en forma de solo dos palabras.
libros lo hacen. No he tenido esa sensación de vacío al terminarlo. Me emocionó, si, pero no lloré. Me ponía en la piel de estos dos personajes y tener que renunciar al amor de tu vida, tener que decirle adiós a la persona que más amas en este mundo, tiene que ser la cosa más difícil del mundo. Yo no podría. Por eso me emocioné. Park y Eleanor se quieren, y de alguna forma, y muchas veces sin saberlo, Park la ha salvado: dejándole los cómics, dejándole los CDs que le grababa especialmente para ella, con las canciones que creía que le gustarían. Dándole la mano. Besándola. Con esto, Eleanor crea su propio mundo: puede evadirse de su dura realidad. Piensa en Park constantemente y esto la salva, al menos durante un tiempo: hasta que todo se descubre y tienen que separarse. Pero, cuando parece que su historia de amor ya es pasado, cuando parece que los dos se han olvidado, aparece una pequeña luz de esperanza en forma de solo dos palabras.
No me gustas, Park. Yo... creo que vivo por ti. Ni siquiera puedo respirar cuando no estamos juntos. Y eso significa que, cuando te veo los lunes por la mañana, tengo la sensación de que llevo sesenta horas sin coger aire. Seguramente por eso refunfuño tanto y te contesto mal. Cuando estamos separados, me paso el tiempo pensando en tu, y cuando estamos juntos me invade el terror. Porque cada segundo cuenta. Y siento que he perdido el control. No soy dueña de mí misma, soy tuya. ¿Qué pasa si de repente te das cuenta de que ya no te gusto? ¿Cómo voy a gustarte tanto como tú me gustas a mí?
Así, aunque sea una historia bonita, sencilla, cercana... me ha faltado algo. Durante toda la lectura he tenido la sensación de que algo más tenía que pasar. De que la historia no podía ser solo eso. Tampoco llegó a emocionarme y los personajes, sobre todo Eleanor, no han terminado de gustarme. Aun así, ha sido una buena lectura y la recomiendo:
4/5
Porque Park es el sol, y esa es la mejor manera de explicarlo.
En la sección "Citas de libros" colgaré la citas de esta reseña y algunas más que no he puesto aunque pondría muchísimas más.
¿Habéis leído el libro? ¿Qué os ha parecido? Si no ¿tenéis ganas de leerlo?
¡Nos leemos!